miércoles, 25 de febrero de 2009

El hocico del perro ¿húmedo o seco?

El perro utiliza su olfato para investigar los olores de su entorno y seguir rastros que le interesan. Para que el perro detecte un olor en su totalidad, es necesario que las partículas olorosas sean disueltas en agua, esta es la razón por la cual la húmedad es un factor muy favorable en los ejercicios de rastreo. Todos los perros pueden rastrear con fluidez, alguna razas tienen mayor capacidad que otras. Las razas braquicéfalas (cráneo ancho y hocico corto, ej: Boxer) están menos dotadas, las razas de hocico largo y ancho tienen un sistema olfativo mejor para el rastreo. Con relación al olfato humano el perro es muy superior, nosotros tenemos 5 receptores olfativos, ellos 220 receptores específicos. Podemos olfatear a una distancia de más o menos 50 cm, ellos 7 metros cuadrados. Nuestro olfato tiene una memoria limitada a los olores muy intensos, en el perro la memoria olfativa llega al punto de identificar cualquier olor aunque tenga una antiguedad de seis semanas, y de recordarlo y reconocerlo incluso a los tres años. El hocico del perro generalmente es húmedo y frió, sin embargo un hocico seco no quiere decir que este enfermo. En mis perras se notan estas diferencias, y ninguna esta enferma. La cosa es que la perra de raza weimaraner, al ser de caza, es mas curiosa y mete el hocico en todos lados, lo cual le da un aspecto seco y quebradizo. También en perros expuestos al sol (a mi perra le encanta acostarse al sol) su hocico puede estar seco. El color del hocico de los perros también cambia con las estaciones, (el pelaje del perro se hace mas claro cuando hace calor y mas oscuro en invierno), con el hocico pasa lo mismo. También se le llama hocico a toda la boca del perro, es decir su trompa. Hay perros con el hocico partido (foto), que da la impresión de tener dos hocicos, antiguamente se decía que estos perros eran los mejores cazadores, en la actualidad esta en discusión si es una malformación de la raza o simplemente un perro dotado de un mejor olfato. Si su perro no muestra signos de estar enfermo no se preocupe si su hocico esta húmedo o seco, es algo natural en las diferentes razas caninas.

martes, 24 de febrero de 2009

El perro es carnívoro

La alimentación de los perros como la de los humanos condiciona su salud.

El perro pertenece al grupo de los carnívoros y en estado salvaje se alimenta de carne. Los esqueletos de perros salvajes o semisalvajes demuestran que estaban en un estado de salud excelente.

Por lo tanto, el perro es ante todo un consumidor de carne, estando toda su anatomía adaptada para un régimen cárnico, con dientes hechos para desgarrar y aplastar, mandíbulas y músculos potentes, un estómago pequeño y muy musculoso, un intestino corto (con la finalidad de evitar la putrefacción de los alimentos cárnicos) y, sobre todo, los jugos gástricos, tremendamente potentes, específicos de los carnívoros, que pueden disolver hasta las roturas de hueso. Desde el punto de vista de la salud, los jugos gástricos y la saliva del perro son altamente antisépticos; es por ello que el perro puede ingerir sin peligro la carne "pasada" y también la que proviene de animales enfermos, que podría matar a un ser humano en un día. Sin embargo se ha de evitar la carne con un color sospechoso (procedente por ejemplo de un estado inflamatorio); por lo demás, el mismo perro suele rechazar ese tipo de carne.

La capacidad digestiva del perro es muy débil, si la comparamos, por ejemplo, con la de la cabra, que es un animal de talla semejante a la de los grandes perros adultos. Los hervíboros (Caballos, vacas) pueden asimilar un enorme volumen de alimento, y pueden consumir mucha cantidad de grano y forraje en un corto espacio de tiempo. En lo que atañe al perro, con su pequeño estómago, no puede asimilar más que pequeñas cantidades de alimentos. Por consiguiente, la regla básica consiste en suministrarle pequeñas cantidades de alimentos muy concentrados, siendo la carne cruda uno de los principales. Esta se administrará cortada a trozos, permitiendo así que los músculos, los dientes y la mandíbula ejecuten totalmente su función. Si reemplazamos la carne cruda por otros alimentos, los órganos carnívoros de la digestión sufren. Así pues, comprendemos con facilidad que la carne cruda ha de representar el 75% de la ración total de todo animal carnívoro.

La carne es un alimento muy concentrado, porque cuando un animal herbívoro tiene buena salud, su carne está constituida por sustancias contenidas en los vegetales, altamente nutritivas, de los que él previamente se ha alimentado, por ejemplo, forraje verde, cereales integrales, raíces, agua de manantial, ensilaje (Estos alimentos solo se suministran en las granjas naturales). La carne cruda contiene la celulosa de los alimentos vegetales (Que el perro digiere con dificultad y en cantidades muy limitadas en estado crudo), transformados por la digestión del herbívoro en proteínas que el perro digiere en la forma de un músculo de fácil asimilación. Esta dieta carnívora asegura un buen aporte de vitaminas y minerales, y es completamente natural para el perro, en tanto que para el ser humano es antinatural; este último no posee sistema digestivo de carnívoro, para el que la dieta cárnica, debido a su naturaleza putrefacta ocasiona un exceso de orina con el consiguiente endurecimiento de las arterias y ligamentos humanos, lo cual induce al comienzo antinatural del envejecimiento precoz.

Los animales carnívoros asimilan lo que ingieren en ocho horas más o menos, mientras que en el caso del ser humano hace falta por lo general, cuarenta y ocho horas para que los alimentos transiten por los 9 metros de intestino.

Hoy, miles de perros, la mayoría de ellos si contamos los de compañía alimentados habitualmente con alimentos cocidos, están privados totalmente de carne en su alimentación. Y así alimentados los perros sobreviven. Están infectados de gusanos, despiden mal olor corporal, tienen aliento fétido y envejecen prematuramente; el 70% de ellos sufren problemas renales a partir de los 7 años y pierden mucho sentido de la vista y del oído. Sus dientes a estas alturas ennegrecidos por una capa de sarro que ha de ser rascado regularmente por un veterinario.

Uno de los peores inconvenientes que achaco a la carne cocida y a la mayoría de los alimentos cocidos, en especial la leche (la cocción ha cambiado la naturaleza de la sustancia), es el efecto secundario cuando se conserva durante algún tiempo, muy distinto del natural. La carne cruda cuando se conserva durante muchos días, en particular en época veraniega, se vuelve "pasada" o "manida", adquiere un fuerte olor muy característico y se vuelve blanda en su interior. Se puede dar sin miedo a cualquier animal, pero para el perro es de lo más natural comer carne en este estado. Ciertamente uno de los mayores placeres del perro realmente sano, cuyo instinto no ha sido alterado con un régimen de alimentos cocidos, es el desenterrar la carne escondida en el suelo desde hace mucho tiempo, porque debemos recordar que el perro es un animal de naturaleza carroñero y cazador. Conservada durante varios días la carne cocida tiene un proceso evolutivo diferente: se vuelve de una tonalidad verde y empieza a transpirar. Dar carne cocida pasada equivale intrínsecamente a administrar veneno.

NOTA: El autor complementa la alimentación con: aguacates, aceitunas negras, coco, algarroba (baya del algarrobo), algas, huevo (incluyendo la cascara triturada), miel, fruta, frutos secos, raíces y tubérculos (zanahorias, nabos), queso, legumbres (soja, arvejas , sésamo) y cereales (avena, cebada, centeno, maíz, arroz etc) Se deberá recordar que estos alimentos representarán el 25% restante de su alimentación. Fuente: http://www.weim.net/sanpan/ACBA/

lunes, 23 de febrero de 2009

Dieta para perros

La comida natural cura y previene una gran cantidad de enfermedades. La alimentación natural no es nada nuevo, nos hemos dejado influenciar por las grandes campañas de alimento comercial y sus mentiras. Los animales en la naturaleza saben instintivamente que es lo bueno para ellos. Estar sanos es igual a una buena alimentación. Los perros son carnívoros, necesitan nutrientes crudos, duros y masticables. Al rasgar, morder cadáveres duros y masticables (huesos carnosos crudos) limpian, cepillan, pulen sus dientes y encías. Una buena higiene bucal es indispensable para una buena salud del perro. Si la naturaleza hace todo tan bien, ¿por que se obsesionan con alimentar al perro con pienso o alimento comercial? ¿Se imagina a un lobo comiendo pienso?. Los lobos en su hábitat natural cazan presas de gran tamaño (venados, alces) y se comen casi todo, hasta las vísceras. Acá les dejo unos ejemplos de lo que debería comer su perro. Carcazas para perros pequeños: conejo, pollo, codorniz. Carcazas para perros grandes: conejo, pollo, codorniz, cordero, lechón. Huesos carnosos crudos: armazones y parte trasera de pollo, pavo. Alas, cabeza, cuello y patas de ave de corral son ideales para perros pequeños. Cabra, cordero, venado, cabeza de cordero, cola de cordero, costillas. Cuanto más grandes son los huesos, el perro debe trabajar más y con eso nos aseguramos una buena higiene dental. Hígado (una vez por semana), bazo, riñones, corazón, páncreas, pulmones. Todo esto en la vida salvaje el perro se lo come todo. Todo crudo, no le de huesos cocidos a su perro, estos son los peligrosos y se astillan. Hay cosas que debemos evitar en alimentar al perro: *Excesiva carne sin huesos. *Vegetales en exceso. *Huesos muy pequeños. *El pan y las papas contienen almidón y hinchan al perro. *Leche (es mala para el perro por la lactosa). *Chocolate (puede ser mortal) Mitos sobre alimentación *Nunca le des pollo o pescado a tu perro, los huesos son peligrosos. *Darle carne cruda a tu perro lo convertirá en agresivo. *Si le das cordero a tu perro, perseguirá las ovejas. (Esto es algo muy gracioso, yo siempre quedo asombrado cuando mis perras pasean ignorando a las vacas que nos cruzamos en algún campo, y me pregunto: ¿si es lo que comen siempre, como no lo quieren matar?) La respuesta a estos mitos son: *Los huesos de pollo y pescado cocidos pueden ser peligrosos, dale a tu perro huesos crudos. *El perro puede defender con más agresividad los huesos crudos que el pienso, ya que los primeros son irresistibles para ellos. Los piensos son piedras de colores y veneno. *Los perros pastores, son alimentados con restos de ovejas, vacas, etc. Y no precisamente andan matando a los animales que deben proteger de predadores. Los mitos fueron creados por gente especializada en marketing para destruir la comida natural y convencer a todos que lo mejor es el pienso. ¿Por último si nosotros nos cuidamos de la comida chatarra por que darles a ellos ese veneno? *Las comidas suaves enlatadas y piensos no limpian los dientes de nuestras mascotas. El alimento se queda pegado en los dientes y alimenta las bacterias orales. Los resultados son: encías irritadas, mal aliento y toxinas bacterianas que afectan al cuerpo. *La comida chatarra compuesta de granos pobremente digerida alimenta una gran población de bacterias que producen daño en los intestinos. *Problemas de piel y diarreas son culpa de la comida chatarra. Doy por cerrado este tema, ya saben de los beneficios de alimentar al perro con comida natural. El que se interese un poco mas y quiera seguir sorprendiéndose, les dejo un link de la web amiga lobo urbano donde podrán bajar un libro y corroborar ustedes mismos que todo lo que digo, esta dicho por un veterinario. http://www.lobourbano.com/pages/modelo.htm

martes, 17 de febrero de 2009

La dama de los perros

Nació en Salta, huyó de su hogar a los once años y se casó contra su voluntad a los quince. Hoy, Carmen Montero es jubilada, limpia baños químicos y destina todos sus ingresos a un refugio de perros abandonados en Barracas, al que mantiene desde 2002

La primera vez que Carmen Montero subió a algo equipado con motor, asientos, cuatro ruedas, fue para recorrer las seis horas que separan la localidad de Gaona, Salta, de la localidad de El Galpón, Salta, y escapar así de una madrastra que la molía a golpes. Si ahora, cincuenta años después de aquellos tiempos, Carmen Montero sale de la casa donde vive, toma el 59 y recorre sin problemas la media hora que la separa del refugio del barrio porteño de Barracas donde cuida a más de veinte perros abandonados, aquella vez, en Salta, creyó que se moría. Tenía once años, no conocía más medio de transporte que una mula, había pasado la noche oculta en un corral de caballos y tenía el olor de la bosta metido en el estómago. Pero no fue eso lo que la hizo vomitar.

-Yo nunca había viajado en colectivo. Me agarró un vómito que creí que me moría. Era porque sabía que me iba para no volver.

Y ése fue sólo el primero de los pasos que Carmen Montero dio en una vida que la llevaría, para siempre, lejos de casa.

Es así: todos los días, desde 2002, Carmen Montero hierve carcasa de pollo con menudos, arroz, carne picada. Después separa los huesos de la carne, agrega dos tazas de alimento balanceado, carga todo en un par de cacerolas y las cacerolas, en un par de bolsos. Cruza la 9 de Julio, llega a Tacuarí, toma el 59, baja en la avenida Suárez al 3000 y llega hasta un terreno que pertenece al ferrocarril donde hace algunos años levantó un enorme canil: allí viven veinte perros que responden a nombres como Angela, Bicho, Chiquito, Flaco, y que son la rémora de un desalojo municipal que, en 2001, sacó a cientos de personas de un predio ubicado en la avenida Garay y 24 de Noviembre. El terreno donde viven los perros, en Barracas, es estatal y, según manda el ONAB (Organismo Nacional de Administración de Bienes), debería ser desalojado en breve. La casa donde vive Carmen, en Monserrat, es ajena, y ella permanece allí sólo porque trabaja de casera: sabe que alguna vez tendrá que irse.

Pero nada de eso es nuevo para esta mujer que pertenece a la estirpe de los que nunca tuvieron nada que puedan llamar suyo, ningún lugar que puedan llamar casa.

* * *

Lo primero que se escucha al tocar el timbre en la casa de Monserrat es el ladrido de los perros. Después se verá que son nueve, prenunciados por gigantescas bolsas de alimento bordeando una escalera de mármol que se eleva como un chorro de huesos sucios hasta el centro de este caserón que alguna vez tuvo vitrales y pisos de pino tea, y que ahora es una sucesión de paredes desconchadas, pisos corroídos por el ácido de los orines, habitaciones que son corral de perros.

-¡Chiquito! ¡Basta!

Un galgo flaco obedece y se echa a los pies de Carmen. A sus espaldas hay un cuarto donde vive un cuzco. A metros, el baño sin luz, sin agua caliente. En esta habitación, que hace de living, hay cinco muebles: una mesa, dos sillas, un aparador en el que se apoya un equipo de música Sharp sucio y antiguo, una repisa con fotos de nietos, hijos, perros.

-Acá tengo nueve perros. En Barracas tengo unos veinte, pero llegué a tener sesenta y pico. Ahora estoy cansada, pero uno tomó la responsabilidad y la tiene que asumir.

Todo empezó cuando, en 1998, vio por televisión a un grupo de personas protestando en las puertas del Instituto Pasteur, donde, según decían, se realizaban matanzas de animales.

-Me quise morir. Me fui para allá. Ahí conocí a un matrimonio; nos dimos los teléfonos. Un día me llama el hombre y me dice que en tal lado hay muchos perros para castrar. Fui al Pasteur y me dijeron bueno, averiguá y te damos los turnos.

Y así fue como un día de 2001 Carmen apareció en el predio de la avenida Garay y 24 de Noviembre, que pertenecía a la Secretaría de Educación de la Ciudad desde 1998, y que estaba tomado desde hacía tiempo.

-La municipalidad iba a desalojar el lugar, porque había borrachos, drogadictos, cartoneros, alcohólicos, todo.

Todo, dice, como si en esa lista diera, de verdad, lo mismo todo. Sea como fuere, ese día entró, buscó a los perros, organizó los turnos. El móvil del Pasteur fue cinco veces, pero ella volvió a cuidar cachorros, a desparasitar.

-Dos o tres meses después llegó el desalojo. Los vinieron a buscar con trafics , pero la gente no se quiso llevar a los perros.

Ese día ella estaba ahí, viendo cómo los empleados del gobierno se llevaban niños y muebles, madres y hermanos, padres y bicicletas. Entonces pensó que tenía que hacer algo por tamaña injusticia: que tenía luchar por esos perros que nadie se llevaba.

-Agarré el portón y le até un alambre para que no salieran. Empecé a ir todos los días para llevarles comida.

Pasaron meses. Un día descubrió que le faltaban ocho perros y, siguiendo su rastro, llegó hasta Barracas. Allí encontró a los ocho, pero encontró, también, yuyos, cielo abierto.

-Dije ay, qué lindo. Fui a ver al señor que cuidaba y le digo: "Mire, los autos me están matando los perros, los quiero sacar de ahí como sea". Y me dice: "Venga por acá". Me muestra un lugar y dije sí, acá sí.

Carmen regresó con uno de sus hijos. Desbrozó, sacó escombros, clavó maderas, puso chapas, armó caniles, llevó a sus perros. Nadie sabe si en alguno de todos esos días recordó su propio desalojo: cuando, en 1976, la dejaron en la calle porque el dueño de la pieza donde vivía decidió quintuplicar el alquiler, ella estaba decidida a no pagarlo y terminó durmiendo en unas escaleras. En esos años Carmen no tenía perros, sino cuatro hijos -Néstor David, Jorge Daniel, Norma Beatriz y Carmen Rosa, entre los 13 y los 7 años- y tres trabajos para mantenerlos: de seis a doce, en una empresa constructora; de doce y media a siete y media, en el Ministerio de Agricultura, y por la madrugada, limpieza de oficinas hasta que saliera el sol.

-¿En Salta tuvo una vida más tranquila?

-En Salta sufrí más.

* * *

Carmen Rogelia Montero, se ha dicho, nació en Gaona, departamento de Anta, provincia de Salta. Nació en pleno campo, nació el día de San Roque, nació en una finca pequeña donde su padre, Trinidad Montero, y sus dos hermanas -Rosa, Petrona- trabajaban -como ella- cosechando maíz, garbanzo, arroz. Un día Guillermina González, su madre, se puso a hacer empanadillas dulces.

-Yo era chiquita y quería comer empanadillas. Pero mi mamá se sintió mal y se fue a la cama. La busco, la veo en la cama y le tiraba de los brazos para que me dé la empanadilla. Y mi mamá ya estaba muerta. No me dejaron que la vea cuando la velaron. Lo único que vi fueron las velas, el catre donde fue velada, los pedazos de tacos de los zapatos de mi mamá. El taco le cortaron porque dicen en el campo que el alma de ella puede volver, y para que no haga ruido.

Las hermanas mayores se fueron pronto de la casa, y el padre llevó a una mujer para que lo ayudara con la comida, la niña chica.

-La mujer se terminó quedando con el papá. Era mala. Me pegaba mucho.

Carmen tiene, todavía, la cicatriz de cuando su madrastra le hundió en la cabeza una mazorca durante un día de golpes suaves. A los once, cansada de los puños, le pidió a su hermana Rosa que la llevara con ella.

-Mi hermana me vino a robar a la una de la mañana. Por la ventana salí. Los perros nos quisieron comer crudas. Me escondieron en un corral de caballos, porque mi papá me fue a buscar. Y yo llorando porque sabía que me iba y no iba a volver más. De madrugada me llevaron al colectivo que me dejaba en la estación de tren de El Galpón, un pueblito de por ahí, donde me iba a ir a buscar mi hermana. Yo nunca había viajado en colectivo. Me agarró un vómito que creí que me moría. Era porque sabía que me iba para no volver.

Carmen llegó a la estación de trenes donde, en efecto, la esperaban su hermana y el marido. Viajaron hasta Rosario de la Frontera. Después, todavía, treinta kilómetros más hasta un sitio donde se cosechaba tabaco. Esa noche, mientras dormía en un galpón con los cosecheros, Carmen sintió que unas manos le trepaban por las piernas.

-Era el hermano del marido de mi hermana. Lo eché, pero me quedé asustada. Un día fuimos con mi hermana a La Merced, un lugar cerca de Salta, a un almacén y la mujer dice: "Qué linda nena. ¿No quiere dejarla acá para que le ayude a mi sobrina?" Y me quedé, porque me daba miedo que me volviera a agarrar el hermano de mi cuñado.

* * *

Carmen tiene jubilación y gana trescientos pesos como casera. Para alimentar a los perros usa, por día, tres kilos de arroz a dos con cuarenta el kilo. Para viajar hasta el refugio de Barracas gasta, por jornada, cuatro pesos con veinte en colectivos. Recorre, cada noche, restaurantes de la calle Alsina revolviendo basura en busca de carcasas. A veces, por cosas como ésas, se pelea con los cartoneros. Regresa a casa, siempre, cuando amanece.

* * *

En La Merced, el mundo de Carmen era una línea más o menos recta: del mostrador del almacén donde trabajaba al banco de la puerta del almacén donde trabajaba, con aterrizaje intermedio en el cuarto donde vivía. Un día dispuso, en su pequeña habitación de servidumbre, un tanto así de chocolate blanco, una lata de duraznos al natural, las golosinas. Estaba en eso cuando se abrió la puerta y era Castillo, el hombre de la casa. Calzoncillos largos. "Qué hacés, nena", le dijo.

-Empiezo a gritar: "¡No me toque!". Se fue y yo tranqué la puerta. Le conté a la sobrina de la señora, y me dijo: "No le contés a mi tía porque no te va a creer".

Pero, aunque Castillo no volvió a hacer nada, el destino de Carmen se puso reiterativo.

-Un día vino un hombre al almacén y dijo: "Qué linda chica, ¿no querés ser mi cuñadita?". Después vinieron mis cuñadas, que todavía no eran mis cuñadas, y se hicieron amigas. Un día me invitaron a un partido de fútbol donde jugaba mi marido, que todavía no era mi marido.

Y fue ahí, en esa cancha de fútbol de La Merced, donde Néstor Nicolás Alfaro la vio por primera vez y se acercó a saludarla. Esa misma semana empezó a ir al almacén, a sentarse con ella en el banco de la calle. Pero a Carmen Montero, Néstor Nicolás Alfaro no le gustaba nada. Nada.

* * *

Uno de todos los nietos de Carmen tiene ahora 25 años y es, además, su ahijado.

-Me duele mucho ese nieto. Porque salió...

Hace un gesto de desprecio con la boca, otro gesto confuso con la mano.

-... del sexo.

-¿Homosexual?

-Sí. Un chico tan lindo. Cuando nos enteramos a mí me vino como un ataque. Gritaba. Me fui a Salta, donde vive, a buscarlo. Me mostraron la pieza. Llena de ropa de mujer. Le dije: "Te vine a buscar para hacerte un tratamiento, para curarte. ¿Vas a ir?". Me dijo: "Sí, porque yo te quiero, abuela". Lo traje, lo llevé al Ramos Mejía, al Hospital de Clínicas. En un lugar me dijo la médica: "No, señora, él eligió esto, usted tiene que comprender". Lo tuve acá tres años. Lo vestía de varón, lo hacía trabajar en albañilería. Estaba contenta, lo había enderezado bastante. Pero un día se fue. ¿Será que uno nace, que no se puede curar?

* * *

Lo primero que Néstor Nicolás Alfaro hizo por la fuerza fue besarla.

-Me llevó a la plaza, me torció las muñecas y me besó.

Poco después, insistió en acompañarla hasta el almacén. Y entonces, en la plaza principal de La Merced, en plena noche:

-Usó de mí.

Carmen no volvió a casa de los Castillo ese día, ni el siguiente. Néstor Nicolás Alfaro la llevó a la suya y en vano resultó que, cuando le preguntaron si daba su autorización para casarla, su padre, Trinidad, dijera no, no doy. La casaron bajo testigos con ese hombre al que no quería, que ni siquiera le gustaba.

-Pero si yo ya conocía al hombre, me tenía que casar.

Ella tenía quince. El primer hijo llegó a sus diecisiete, cuando limpiaba y cocinaba para catorce en esa familia que no era la suya. Un día quiso escaparse y fue a la plaza, a tomar el ómnibus llevándose el bebé, pero su marido la vio y corrió a atajarla. La llevó de regreso a rodillazos, la encerró. Poco después, Carmen quedó embarazada de su segundo hijo. Se fueron a vivir a San Pedro de Jujuy, donde ella consiguió trabajo como cocinera y Néstor como inspector municipal. Vivían, sin pagar alquiler, en la casita de un aserradero.

* * *

Para poder recibir donaciones Carmen fundó la Asociación Pro Mascotas Abandonadas. Sus donantes son una empleada bancaria que le da doscientos cincuenta pesos por mes, una mujer que organizó una feria americana a beneficio, otra que vive en Turdera y que organizó una rifa. Carmen esperaba reunir más dinero para comprar alambres, mejorar los caniles. Pero, en enero, la ONAB le avisó que no puede hacer eso, que tiene que irse. Ahora, dice, lo que más necesita es un terreno.

* * *

Durante mucho tiempo, Néstor Nicolás Alfaro le explicó a su mujer que la razón por la cual él no regresaba a su casa durante largos períodos -tres semanas- era que estaba investigando casos de cuatrerismo. Carmen, que le creía, quedó embarazada otra vez.

-Cuando lo volví a ver la nena tenía cinco meses. Después me quedé embarazada de la segunda y me enteré que andaba con una paraguaya. Un día se presentó a las nueve de la noche. Y en eso llega la paraguaya. Se pusieron en lucha, salieron a la vereda y ahí cerré la puerta. Desde entonces, nunca más. El se fue y nos empezamos a morir de hambre.

Pasó el tiempo y un día llegó a esa casa de muertos de hambre el padre de Néstor Nicolás, suegro de Carmen. Le dijo hija, le dijo acá te traje dulce de cayota, unos pancitos, le dijo hacé unos mates, le dijo por qué no los vestís a los changos y me los llevo a la ciudad de Salta, que tengo que hacer compras. Carmen dijo bueno. Vistió a los dos varones, peinó los pelos duros, les dijo chau, se van con el abuelo. Y no los volvió a ver durante cuatro años.

-Había sido que mi suegro los venía a llevar. Tuve que poner abogados, luchar para recuperar a mis hijos. En esa época una mujer no tenía derechos, así que al final me los robé.

Pero primero Carmen se fue a Buenos Aires. Una mujer le ofreció trabajo en la Capital -empleada, cama adentro- y ella pensó que podría ganar dinero y recuperar a sus dos hijos. Dejó a las nenas con una cuñada con la que se llevaba bien, y bajó a la ciudad.

-El trabajo en la casa de esa mujer era una esclavitud. Estuve un mes, y me fui. Hasta encontrar una pieza tuve que dormir en la estación de Retiro.

Trabajó en fábricas de cortinas, en comercios. Finalmente, cuando los chicos tuvieron doce y diez, logró viajar a Salta, traérselos a Buenos Aires. Vivieron en Uriburu y Arenales -de donde los desalojaron-, en avenida Belgrano y San José. Carmen acumuló tres trabajos y, si alguna vez estuvo cerca de tener algo que pudiera llamar suyo, un lugar que pudiera llamar casa, fue entonces, fue en esos años.

-Era un ingeniero civil de la constructora donde yo trabajaba, en un piso 17. Se enamoró de mí. Alto, ojos celestes como el mar.

El iba y venía de Bahía Blanca a Buenos Aires. Paseaban, viajaban por el país. Carmen ahorraba para una casa propia. Pero duró poco. Duró hasta 1985.

-Nos íbamos a ir de vacaciones el 4 de enero. La última vez que lo vi él cerró la puerta y escuché el ascensor cuando bajó. No vino el 4 de enero. Yo enojada. Ocho días después llamo por teléfono a Bahía Blanca. Me dicen: "Ay, señora, usted no se enteró. El ingeniero falleció, un infarto violento". Yo no lloraba. No podía respirar.

Se fue del piso 17 sin llevarse nada. Se mudó a la casa donde vive ahora, empezó a hacer las veces de casera. Dos años después, en 1987, el banco donde guardaba sus ahorros quebró y Carmen perdió todo. Y, así, volvió a su estado natural. A no tener.

* * *

Desde hace un mes, y cada sábado, un grupo de voluntarios amontonados por Facebook (a raíz de un volante que Carmen repartió en Palermo durante la feria americana) la ayuda a cortar uñas, le llevan detergente, alimento. En el que alguna vez fue el cuarto de sus hijos vive ahora un salchicha negro y chueco. En la que fue alguna vez una terraza viven ahora dos cuzcos más. El cuarto y la terraza están llenos de pelos y bolsas de arena y mierda de perro. Hace un tiempo, para ganarse unos pesos, Carmen empezó a trabajar limpiando baños químicos en una empresa que los alquila para eventos. Cuando las Madres de Plaza de Mayo hacen un acto, o Catupecu Machu un recital, Carmen está allí. Para limpiar lo que es ajeno.

* * *

Después de aquella noche en el corral de los caballos, Carmen no volvió a ver a su padre hasta que tuvo diecinueve años. Ese día se presentó en Gaona sin aviso, y Trinidad Montero, que no la esperaba, se abrazó a ella -veinte minutos- y no dejó de llorar.

Desde entonces lo vio seguido: en todos los viajes que la llevaron a Salta, y fueron muchos. Hasta que, años atrás, hizo lo de siempre: caminó a campo traviesa, abrió la puerta de la que había sido su casa. Y allí estaban su madrastra, sus tres medios hermanos, almorzando. Pero su padre no.

-Me dicen: "Sentate". Le digo: "No, está bien; vine porque tenía sed de ver a mi hermana. El agua tomaba y no me calmaba esa sed". Le digo: "¿Y el papá? . "No -dice-, en julio pasado el papá aspiró". Y le digo: "¿Y por qué no me avisaron?". Y me dice: "Porque vivís tan lejos". Y dije: "Es mi padre; me tendrían que haber avisado".

Cerró de un portazo y se fue. A ver lo que quedaba del pedazo de tierra donde ella había dormido.

-Un pedazo de tierra dura; eso quedaba. Los años que yo viví ahí tenía mi árbol, el paraíso, un gajo del paraíso. Me trepaba, me hamacaba. Juntaba flores, hojas. Pero de todo eso no quedaba nada.

Y lo poco que quedaba no era de ella. Lo poco que quedaba era, una vez más, ajeno.

Por Leila Guerriero revista@lanacion.com.ar

Cómo colaborar

Asociación Pro Mascotas Abandonadas Avenida Suárez 3000 4381-8889 15-3314-8727 La tecnología también sirve para ayudar: un grupo de voluntarios se reúne desde hace un mes, a través de Facebook, para acercar ayuda y donaciones a Carmen.

Fuente: Diario La Nacion Foto: Martín Lucesole Video: http://www.youtube.com/watch?v=AQ6YZsG4XG4 (nota en canal 9 de Argentina)

lunes, 16 de febrero de 2009

La edad de tu perro

El aspecto exterior de un perro nos puede dar una idea de su edad. El perro joven es alegre, ágil, de mirada viva y demuestra su cariño de una forma exuberante. Siempre esta en movimiento posee buen apetito y su pelaje muestra en su grado máximo las características que su raza le exige. Con el tiempo todos estos factores van evolucionando, el dinamismo disminuye, el perro adelgaza o engorda, la catarata hace su aparición, el rostro se afina, los colmillos o caninos se hacen más salientes, el lomo pierde pelo y los movimientos se hacen mas pesados. En razas de pelo negro, les empiezan a aparecer pelos blancos alrededor de los ojos. Los pies parecen alargarse y las uñas crecen rápidamente. El aspecto exterior puede engañarnos en tratar de determinar la edad, ya que si el perro tuvo una dieta adecuada, nada de piensos o comida comercial, solo comida natural su aspecto le dará menos años de los que realmente tiene. ¿Quiere que su perro se vea joven?. Cambie el pienso o alimento comercial por alimentación natural. La mejor forma de determinar la edad de un perro es observando sus dientes, especialmente los incisivos (son los que están entre los colmillos o caninos), son seis piezas en cada mandíbula. Estos incisivos parecen una flor de tres pétalos. Al año estos incisivos mantienen toda la blancura, y la flor no presenta ningún desgaste. A los dos años los incisivos de la mandíbula inferior aparecen desgastados. A los tres años en la mandíbula superior los incisivos centrales aparecen desgastados. A los cinco años estos dientes parecen una flor sin pétalos. A partir de esta edad aproximada debemos empezar a guiarnos por el aspecto exterior (recuerde que si su perro no comió pienso en toda su vida, lucirá más joven). Los colmillos o caninos se redondean con el paso de los años. Esto sirve para determinar la edad aproximada, ya que perros que consumen muchos huesos o juegan con piedras pueden desgastar sus dientes mas rápido. El sarro y el amarillo de los dientes no es culpa de la vejez sino de una mala alimentación. No cepille sus dientes, dele huesos carnosos crudos y ellos harán el trabajo por usted. Dándole a nuestro perro una buena alimentación, ejercicio, visitas periódicas al veterinario, llegara a su vida adulta con un aspecto juvenil que sera envidiado por otros dueños de perros. Entradas relacionadas Los dientes de los cachorros El alimento comercial es veneno Beneficios comida natural

sábado, 14 de febrero de 2009

La vejez del perro

Han pasado los años casi sin darnos cuenta y nos quedamos sorprendido al comprobar que nuestro perro, nuestro fiel amigo de todos los días, esta enfermo, pero de una enfermedad que no tiene remedio, la enfermedad que pone fin a nuestras vidas, la vejez. De repente observamos que nuestro perro respira agitadamente tras un ligero ejercicio, que sus movimientos no son tan ágiles, que hace verdaderos esfuerzos por agradarnos y que, sentado sobre sus cuartos traseros, mueve la cola sobre el suelo y nos mira con una "dulce expresión" de cariño y sentimiento, como diciendo: "Lo siento, lo siento mucho...pero no puedo más". Y la verdad se abre paso en nuestra mente y nos avergonzamos de nuestra ceguera, de nuestro egoísmo. ¿Como es posible? ¿Como no hemos caído antes de ello?. El perro está reumático, no ve bien, no oye bien. Y, sin embargo, no no hemos dado cuenta hasta hoy, cuando estos achaques debía de venir arrastrándolos desde hace tiempo. Nuestro compañero se ha forzado en ocultarlo para no preocuparnos. Hasta el fin se ha mostrado como un verdadero amigo, disimulando sus malestares, dejándonos en la ignorancia hasta el ultimo momento, cuando la cosa era tan evidente que ya no había modo de evitarlo. Nosotros, felices de su compañía, no recodábamos, tal vez no queríamos recordar, que la vida del perro es más corta que la humana y que forzosamente, un día tendríamos que despedirnos definitivamente de él. ¡Como han pasado los años!¡Si parece que fue ayer cuando reíamos divertidos, al ver los esfuerzos de la bolita algodonosa que era nuestro cachorro para mantenerse de pie y dar los primeros pasos! Toda felicidad es efímera. ¿Podríamos, acaso pretender que el gozo que sentíamos con la compañía, el cariño y la lealtad de nuestro perro durase toda la vida? Y, en realidad, ha durado toda una vida: la del perro. ¡Descanse en paz nuestro fiel amigo! Nota extraida de una enciclopedia canina del año 1981. Leer tambien: Soy tu perro

viernes, 13 de febrero de 2009

Mascotas y cigarrillo

Aca les dejo una nota sobre las mascotas y el cigarrillo extraida de la web: http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/news/default.stm Hay muchos fumadores que no están dispuestos a dejar el cigarrillo a pesar de estar conscientes del daño que el hábito está causando a su salud. Pero ahora una nueva investigación encontró que hay algo por lo que sí lo dejarían: la salud de su mascota. La investigación, llevada a cabo en Estados Unidos con 3.300 dueños de mascotas, encontró que 28% de los que fumaban tratarían de dejar el hábito si supieran que el humo del tabaco perjudica a sus perros y gatos. El sondeo fue llevado a cabo por el Centro para la Promoción de la Salud y Prevención de Enfermedades del Sistema de Salud Henry Ford en Detroit. Y fue realizado como parte de la publicación de una investigación sobre los efectos del humo del tabaco en la revista Tobacco Control. El estudio descubrió que el humo del tabaco puede ser tan peligroso para las mascotas como para las parejas de un fumador. La exposición pasiva al humo del tabaco ha sido asociada con cánceres linfático, nasal, y de pulmón, alergias, enfermedades del ojo y la piel así como problemas respiratorios en gatos y perros. Y sin embargo, afirman los autores, muy pocos fumadores se dan cuenta del impacto que su hábito está teniendo en la salud de sus mascotas.

Todo por la mascota

Fue por eso que los investigadores decidieron llevar a cabo el sondeo para investigar la conducta de los fumadores en el hogar y su conocimiento sobre los efectos del hábito en sus perros y gatos. Entre los participantes, uno de cada cinco era fumador, y uno de cada cuatro vivía con al menos un fumador. El promedio de cigarrillos fumados fue de 13,5 al día, la mitad de los cuales se consumían dentro de la casa. Los resultados de la encuesta mostraron que, entre los que fumaban, uno de cada cuatro (28,4%) dijo que dejaría el hábito si supiera que el humo estaba afectando a sus mascotas. El 8,7% afirmó que si supieran del daño, pedirían a sus parejas fumadoras que dejaran el hábito. Y uno de cada siete fumadores (14%) dijo que pediría a sus parejas que fumaran en el exterior. Estas cifras, dice el estudio, fueron más altas entre los no fumadores que participaron en la encuesta. Entre ellos, más de 16% dijo que pediría a su pareja dejar de fumar, y 25% pediría al fumador que fumara en el exterior. Tal como señala la doctora Sharon Milberger, la epidemióloga que llevó a cabo la investigación, los resultados son "muy alentadores" y podrían conducir a una reducción del tabaquismo.

Miembros de la familia

Un estudio pasado llevado a cabo por la Asociación Médica Veterinaria de Estados Unidos mostró que 85% de la gente que posee mascotas en ese país las considera miembros de la familia. Y para mucha gente el bienestar de su mascota es más importante que su propio bienestar. "Es claro que los dueños de mascotas en Estados Unidos son un grupo muy devoto" afirman los autores del estudio."Por eso las campañas de salud enfocadas en el impacto dañino que el humo del tabaco está causando en las mascotas podrían ser muy beneficiosas", señalan. Tal como señala la doctora Milberger, el siguiente paso será llevar a cabo más investigaciones para analizar si la gente realmente deja de fumar cuando reciba información sobre los efectos adversos del tabaco en sus mascotas. "Dos de cada tres personas en Estados Unidos tiene mascotas -dice la investigadora- y los dueños de mascotas adoran a sus animales"."O sea que son 70 millones de mascotas, y una de cada cinco de ellas vive con un fumador", agrega. "Así que será una forma muy interesante de poder llegar a la gente con este mensaje".

miércoles, 11 de febrero de 2009

Domingo, adoptado un domingo

Como todos habrán leído en mi perfil soy de la ciudad de Olavarría, localidad que queda en la provincia de Buenos Aires (Argentina), su población es un poco mayor a 100.000 habitantes. Olavarría es una ciudad muy linda, se esta posicionando en la región, pero tiene algo que nunca me gusto: a su intendencia que gobierna desde hace 20 años, con algún parate en el medio, nunca le gustaron los perros, y menos los callejeros. En vez de tomar una medida definitiva como la castración masiva se motivaba a la perrera que saliera por la noche cuando todos dormían a la caza indiscriminada de perros callejeros, también eran víctimas perros con dueños que lo soltaban un rato. No los tenían esperando en la perrera que el dueño los reclamara sino que eran maltratados, asesinados. También se decía en la ciudad que eran dados a los circos para alimentar a los animales. De un momento a otro la ciudad estaba "limpia" de perros y su intendente orgulloso. Como la masa es poderosa la gente se unió y empezó a protestar, a formar asociaciones de protección animal y acompañado de esto la provincia prohibió la matanza de perros y las perreras (en la ciudad estuvo funcionando un tiempo mas, a pesar de la prohibición). Al poco tiempo en la ciudad aparecieron perros nuevos. Por mi trabajo de paseador de perros ando por todos lados y me pregunto: ¿La gente no los ve? ¿No los puede ayudar?. Somos más de 100.000 habitantes, si cada uno se llevara uno a su casa no existirían los perros callejeros en mi ciudad. El punto es que hacia como un mes que veía en la calle a un hermoso perro, nadie lo ayudaba, era ignorado completamente, la gente caminaba a su lado sin sentir nada, yo lo veía y lo veía, era de color negro con una cicatriz en el lomo, en mal estado pero hermoso. Estaba a punto de adoptarlo (no lo hacia por falta de lugar) cuando de repente sucedió el milagro. Por eso puedo decir que el día domingo 08/02/2009 fue uno de los días más felices de mi vida. Esta entrada esta dedicada a Romina y Damián, los nuevos padres de este hermoso ejemplar de raza labrador (estaba muy flaco para detectar su raza), al que llamaron Domingo por haberlo encontrado precisamente un día domingo. Damián y Romina son como todos los habitantes de este país, tienen que trabajar duro para tener algo de dinero, vivir bien y darse algún gusto de vez en cuando. Ellos fueron padres el 19/12/2008 de una hermosa nena al que llamaron Emilia, la bebé tiene casi dos meses y además tienen un perra de raza beagle (Gina). Iba con mi novia caminando por el centro camino a comer un asado y justo nos cruzamos con el perro, nos empezó a seguir, no soportaba este momento así que con mi novia dijimos: ¿Le avisamos a Romina y Damian?, por supuesto dije yo, los llamamos y sin dudarlo dijeron: siiiiiiii!!!. Damián vino a ver al perro, él cual manteníamos con mi novia acariciándolo y cuidándolo para que no se nos escapara o siguiera a alguien en busca de un hogar. Al primer contacto de Damián con Domingo le dice: "Dame la pata", el perro se la dió, luego "sentate", el perro se sentó. Llamamos a unos amigos Emilio y Marta para que nos llevaran al perro en la camioneta a su nuevo hogar. Llega la camioneta y le digo a Domingo: "Subí", en el primer intento no pudo por estar muy débil, al segundo intento se subió de un salto a la caja de la camioneta. Llegamos a la casa y Domingo se encontró con Gina (Beagle), apenas la pudo saludar de lo cansado que estaba, comió algo tomo agua y se acostó, no daba más. Domingo sabía que había encontrado un hogar y con eso se relajo y pudo tomarse un respiro en su búsqueda de que alguien lo adoptara. En mi ciudad hay muchas asociaciones y personas que ayudan los animales, todo con recursos propios, no hay ayuda municipal. Lo que quiero dejar en claro en esta entrada es que Damián y Romina no dudaron en ningún momento, ellos están aprendiendo a ser padres con Emilia, trabajan todo el día, no tienen tiempo y ni dudaron en adoptar a este perro indefenso que era ignorado por toda la ciudad. Todos deberían ser como ellos que a pesar de sus responsabilidades, no dudaron en agregarle una más a sus vidas. Nos comprometimos con mi novia en ayudar en todo lo que podamos y hacer de Domingo, un perro normal, bañarlo, pasearlo, castrarlo, etc. Olavarría es una ciudad hermosa, pero a sus habitantes les falta aprender un poco lo que es el amor de un perro callejero, lo que se siente al rescatarlo, como te eleva la autoestima, lo feliz que es uno a partir de ese momento y saber que la mirada de ese perro es de agradecimiento de por vida. Damián, Romina, Emilia y Gina gracias por el compromiso que tomaron este domingo pasado, la naturaleza no puede con todo animal abandonado, tiene mucho trabajo luchando contra los humanos, por eso necesita más gente como ustedes. Les mando un abrazo y nuevamente gracias por hacer que este día quede marcado en mi memoria como uno de los mas felices de mi vida. FOTO: Domingo cuando lo encontramos (foto arriba) y en solo 3 dias pueden apreciar la mejoria junto a Damian y Romina (foto abajo).

viernes, 6 de febrero de 2009

La perrita y su palomo

Esta historia paso en mi ciudad, esta nota salió publicada en el diario local. Hay abundantes historias sobre los misterios que protagonizan los animales en torno de la maternidad. Leonas que adoptan un becerro, cerdas que adoptan perritos, gatas que hacen lo propio con perros. En fin...hermosos testimonios de esos comportamientos de los animales que nos resultan indescifrables, pero si nos conmueven a casi todos. Lo que vamos a contar es para nosotros una historia inédita. nuestro fotógrafo Carlitos Ramirez capto el episodio (foto) y allá fue uno de los notabrevistas (la sección se llama notas breves) a lo que era un taller municipal y hoy es propiedad del Club El Fortín, donde va tomando forma un gran gimnasio y otras lindas canchas deportivas. En el lugar trabajan los hermanos Carlos y Mariano Gonzalez. Ellos encontraron un día una perrita vagabunda en cercanías de ese lugar deportivo, en muy mal estado, como pidiendo auxilio. Estaba preñada y los muchachos comprendieron que había que llevarla a un veterinario y allá fueron en busca del amigo que les diera una mano. El profesional les dijo que tenía moquillo y que los perritos estaban sin posibilidades de vida en el vientre de la perrita. Y así fue. La llevaron de vuelta al club que se está construyendo y le prodigaron todos los cuidados posibles. La perrita se recompuso y enseguida le dieron un nombre: la Fortinera. Sin embargo el animalito no parecía progresar mucho en su ánimo. Se la veía triste, corría palomas, en ese lugar hay centenares, a veces se almorzaba alguna y así transcurría la vida hasta que un día, paseando por el parque que bordea el gimnasio, la Fortinera encontró una palomita desplumada que había caído del nido. Carlitos y Mariano observaban y comentaban que la perra Fortinera había logrado ese día un bocado fácil. Sin embargo no podían salir de su asombro cuando la perrita tomo delicadamente al palomito entre sus dientes y lo entró al gimnasio para llevarlo a un vestuario, donde debajo de un banco tiene su lugar de reposo sobre unas bolsas. El palomito sintió el calor y le gustó. Su suerte, que parecía el final, cambió. Se acurrucó junto con su perra madre y así comenzaron a pasar los días. Dicen los muchachos que pareció en esos primeros días que ella se ponía en posición de amamantar. Al palomito le daban agua y granos como podían , y carne picada a la perrita. El palomito comenzó a picar en la boca de su madre adoptiva. Hoy el pichón, que paso a llamarse Fortín, ya vuela, sube a los altos del edificio y de los árboles , mientras su mamá Fortinera espera nerviosa y hasta ahora vuelve a cada momento. El palomito caminaba por el suelo del gimnasio y apareció su mama más que enojada. Ladró con mucha bronca al desconocido que se acercaba. Después se acercó a su hijito palomo, éste levantó sus alas para que ella lo tomara muy suavemente y se lo llevara lejos de ese intruso. Esta historia tiene un final abierto que es este: En la Nochebuena pasada cuando comenzó el estallido de cohetes y cañitas, la perrita fue vista muy alterada corriendo por el amplio terreno de las instalaciones del club. Corrió y corrió hasta que encontró una salida por el alambrado, y desde entonces nunca más se la vió. Con respecto al palomito estuvo los primeros días volando en el gran recinto, se acercaba al lugar donde convivió con la perrita, pero comenzó a mostrase esquivo y hace unos días que no volvió más. "A veces miramos hacia lo alto de los árboles y nos parece que es él, junto con otras palomas, pero ya está con ellas y no desciende más", comentaron los muchachos. Es una hermosa historia que confirma que los animales son superiores a nosotros en todo sentido. A mis seguidores y lectores habituales les digo, si tienen historias como ésta y quieren que se las publique, o simplemente para contarme alguna anécdota, por favor háganlo via mail a elperroperfecto@gmail.com.

jueves, 5 de febrero de 2009

Ansiedad por separación

Todos hemos escuchado alguna vez este termino, pero sinceramente no se si sabrán cual es el problema que origina esta ansiedad en el perro. La ansiedad por separación como su titulo lo indica se da cuando dejamos al perro solo, por ejemplo cuando nos vamos a trabajar. ¿Que es lo que hace el perro cuando queda solo?. Ladra todo el tiempo, aúlla, destruye puertas y ventanas para escaparse, se come revistas, periódicos, hace sus necesidades dentro de la casa, etc. Usted se preguntará ¿Por qué hace eso mi perro cada vez que me voy? La respuesta es sencilla el perro es el líder de su manada y su función es cuidar a sus subordinados, como de repente estos desaparecen el perro intenta escapar como pueda para saber donde fueron y saber si están en peligro, quiere protegerlos, esa es la función del líder. El perro no sabe que nos fuimos a trabajar o a realizar algún tramite, ni tampoco cuanto tiempo vamos a estar afuera, el solo ve que su manada, a la cual debe proteger ha desaparecido. Además sin saber seguimos reforzando este comportamiento ya que le dejamos la comida para que se sirva cuando quiera, como el consigue la comida cuando quiere, esto lo hace más líder todavía. La ansiedad por separación no es un problema orgánico, ni genético, ni su perro esta enfermo psicológicamente, el solo hace lo que la naturaleza le enseño: proteger a sus seguidores. La única forma de cambiar y curar esto es siendo nosotros los lideres, no hay medicamentos ni nada parecido que pueda curar este problema. El líder de manada va y viene cuando le plazca, no debe pedirle permiso a sus subordinados para salir, nosotros cuando nos despedimos del perro le decimos: "ya vuelvo, me voy a trabajar", "esperame que ya vuelvo", etc, esto seria pedir permiso al perro para salir. Otra cosa que comunmente hacemos es de un ambiente ruidoso (televisión, radio) pasamos a un ambiente silencioso, cerramos la ventanas, y el perro se queda solo en un ambiente totalmente diferente. Por eso para empezar a cambiar esto, debemos ser el líder. No es algo complicado, por ejemplo cuando la manada de reune siempre hay reafirmación de liderazgo, porque cuando la manada sale a cazar puede que algún integrante no vuelva, entonces habría cambiado la posición de cada uno en su manada si algún superior falleció, alguien debe ocupar su lugar. Nosotros no vamos de caza, pero nos ausentamos muchas veces de nuestro perro y no solo cuando salimos de casa, Cuando nos acostamos y nos levantamos nos estamos encontrando con nuestro perro, cuando nos duchamos (me imagino que su perro no lo espera en el baño) y salimos nos encontramos con el perro, si vive afuera en el patio cuando salimos nos encontramos con el perro, etc. ¿Que hay que hacer cuando nos encontramos con el perro? Simplemente ignorarlo, y no piense "mi perro no me va a querer porque lo ignoro", aguante 5 minutos como mínimo hasta que el perro se calme, no le hable, no lo mire y por supuesto no lo toque. El perro no puede seguirnos a todos lados en la casa como si fuera una continuación nuestra, debe respetar nuestro espacio personal, los perros que sufren ansiedad por separación son perros responsables de sus dueños. Con solo ignorar al perro cuando llega y se va, usted lograra mucho progreso en los comportamientos destructivos de su perro. Si no puede porque usted nació para ser seguidor y no le molesta en absoluto el comportamiento de su perro, adquiera otro perro, dos perros son mas fáciles de criar que uno solo porque cuando usted se ausenta ellos juegan y se hacen compañía. Y por último ¿como se sentiría usted si su hijo de dos años desaparece y no sabe donde está? Otras entradas La lógica de la manada Como ser el líder de su perro

lunes, 2 de febrero de 2009

El sexto sentido del perro

Los perros utilizan los sentidos de un modo selectivo. Esto quiere decir que si esta rastreando, tiene activado el olfato y los otros están apagados por decirlos de alguna manera. Para desviar esa concentración deberemos llamar al perro varias veces, subiendo el tono de voz, hasta que activa el oído y nos escucha. Por eso hay veces que el perro no acude a nuestra llamada, es que esta totalmente enfocado en el rastro. Nosotros cuando leemos estamos haciendo algo parecido, y tal vez no escuchemos que no están diciendo los demás o simplemente la música de fondo que tenemos puesta. Con respecto al sexto sentido canino creo que no es mas que una excelente percepción sensorial interna o externa. Ellos ven nuestra aura, el mundo de una manera y nosotros de otra. Por eso nos sorprenden todos los días con historias de gatos que han vuelto a casa sin saber el camino de regreso, perros que han sido abandonados y también vuelven a su dueño aunque le lleve varios meses, detectan enfermedades, saben cuando su dueño esta llegando a casa mucho tiempo antes que estemos a una cuadra, etc. La explicación desde mi punto de vista es que como ellos tienen un olfato muy potente y detectan la energía, todo lo que nos rodea huele a algo y posee energía para ellos, el cáncer debe oler, la tristeza y la depresión también deben tener algún tipo de olor que los humanos no detectamos. Nosotros sabemos que vivimos en un dirección, por ejemplo 25 de Mayo 1500, para el perro este lugar es un conjunto de olores y estímulos que nosotros no captamos, vibraciones, etc. Por eso ellos vuelven siempre a casa aunque no sepan la dirección exacta. Cuando se va a producir un terremoto, seguramente hay un montón de señales previas que los animales detectan, para el humano pasa desapercibido esto, por eso es habitual que ante alguna futura catástrofe los animales ya hayan abandonado el lugar mucho antes. Otro claro ejemplo son las hormigas se dice: que cuando las hormigas están como locas buscando comida, filas y filas de hormigas yendo y viniendo por todos lados es porque pronto se largará a llover. Nosotros muchas veces también detectamos la lluvia con el famoso "olor a lluvia" mucho antes de que suceda. César Millan (El encantador de perros) dice que el mundo del perro es todo energía, que ellos presienten la energía del ser humano (nuestra aura), todo es energía para ellos. Se cargan con esta energía, por eso como él tiene esa energía firme y positiva los perros terminan encantados a sus conocimientos. El perro se guia por el lenguaje corporal, nosotros también, pero muy levemente. por ejemplo siempre se dice intuición femenina, ¿por que? Porque las mujeres suelen ser mas perceptivas que los hombres. ¿Nunca le pasó que esta pensando en alguien y justo lo llaman por teléfono? O usted va caminando y a metros ve a una persona y sabe que algo le va a preguntar a usted cuando se acerquen. Esto es percepción (lo del teléfono, puede llegar a ser una percepción mas allá de nuestros sentidos conocidos), estamos leyendo el lenguaje corporal de la persona sin darnos cuenta. Hay personas entrenadas en entrevistas de trabajo que son capaces de detectar cualquier señal de una mentira con solo observar el lenguaje corporal. Los ojos y nuestro lenguaje corporal no mienten y creo que el perro eso lo sabe. Para terminar no creo que haya nada inexplicable en el llamado sexto sentido canino, o en los animales, ellos tienen otras formas de percibir todo y es así como detectan cosas imposibles para nosotros. El problema está en el humano que se cree el ser superior de este planeta y como nosotros no podemos detectar estas cosas decimos que es algo místico o paranormal, a todo queremos darle una explicación lógica, científica o entender todo por el razonamiento, los animales son muy superiores a nosotros, esa es la clave para entender su comportamiento. nosotros creemos que domesticamos a los animales y ellos fueron los que nos encantaron y domesticaron a nosotros. Entrada dedicada a mi seguidor Desdichado.